jueves, 11 de abril de 2013

jueves, 14 de marzo de 2013

Mano de Exupéry

¿Acaso me volveré algún día tristemente viejo? ¿mudaré, como los pájaros que peregrinan, una capa -a lo sumo jirones- de inocencia? Qué terrible. Yo tan solo espero no consumir el crío que refugio, si apenas refugio aún algo de él. Mantengo escasos recuerdos de mi infancia, el tiempo es inevitable erosión. Pero los retengo con fuerza, y recuerdo luminosidad, fascinación, estupor por el mundo que observaba, por las connotaciones con las que se cargaba cada recoveco de existencia, de realidad, de vida. Es triste reemplazar la magia de la inocencia por una dura, agotadora y oscura razón.

Agárrense, de vez en cuando, a las carantoñas, patitas de zancudo en la piel, de la inocencia.

Capítulo de El principito, inconmensurable obra. Gracias.

VIII

"Al quinto día, de nuevo gracias al cordero, el secreto de la vida del principito me fue revelado. Me preguntó con brusquedad, sin preámbulos, como fruto de un problema largamente meditado en silencio:

- Si un cordero se come los arbusto, también se come las flores ¿no es así?
- Un cordero come todo lo que se encuentra
- ¿Hasta las flores con espinas?
- Sí, hasta las flores con espinas.
- Entonces, ¿para qué sirven las espinas?

Yo no lo sabía. Estaba tan ocupado tratando de aflojar un tornillo demasiado apretado. Me sentía muy preocupado porque la avería empezaba a parecerme muy grave, a la vez que el agua para beber se estaba agotando, lo que me hacía temer lo peor.

- ¿Para qué sirven las espinas?

El principito no renunciaba jamás a una pregunta que había formulado. Como yo estaba muy irritado por el desperfecto mecánico, le respondí para salir del paso:

- ¡Las espinas no sirven para nada, es la maldad de las flores que las hace brotar!
- ¡Oh!

Y después de un breve silencio, me dijo con cierto resentimiento:

- ¡No te creo! Las flores son débiles. Son inocentes. Se defienden como pueden y las espinas hacen que se sientan terribles...

Yo no le respondí. En ese momento pensaba: "si este perno todavía se me resiste un poco más, voy a tener que hacerlo saltar de un martillazo". Pero el principito interrumpió nuevamente mis reflexiones:

- Tú crees, de verdad, que las flores...
- ¡No hombre, no! ¡Yo no creo nada! Te respondí lo primero que se me ocurrió ¡no ves que estoy ocupado en cosas serias!

Me miró estupefacto.

- ¡De cosas serias!

Me veía con el martillo en la mano, los dedos manchados de grasa y un objeto que para él era muy feo. 

- ¡Hablas como los mayores!

Esta exclamación me produjo un poco de vergüenza. Pero él, sin la menor consideración, añadió

- ¡Lo confundes todo, lo mezclas todo!

Estaba verdaderamente irritado. El viento sacudía sus cabellos dorados.

- Conozco un planeta donde vive un señor muy colorado. Jamás ha olido una flor. Jamás ha admirado una estrella. Jamás ha amado a una persona. No ha hecho más que sumas. Se la pasa repitiendo al igual que tú: ¡Yo soy un hombre serio...! ¡Yo soy un hombre serio! Y se hincha de orgullo. Pero para mí no, no un hombre ¡es un hongo!
- ¿Un qué?
- ¡Un hongo!

El principito estaba pálido de rabia.

- Hace millones de años que las flores fabrican espinas; hace millones de años que los corderos, a pesar de ello, se comen las flores. ¿Y no es cosa seria tratar de comprender por qué las flores hacen el esfuerzo de fabricar sus espinas que para nada les sirven? ¿No es importante la guerra de los corderos y las flores? ¿Y no es mucho más serio es importante todo esto que las sumas de un señor gordo y colorado? Y el que yo conozca una flor única en el mundo, la cual sólo existe en mi planeta y que un corderito pueda destruirla de un solo golpe sin darse cuenta de lo que hace ¿no es importante? 

Enrojecido prosiguió de esta manera:
- Si alguien ama a una flor y no existe más que un solo ejemplar en millones y illones de estrellas, esto es motivo suficiente para que alguien se sienta feliz cuando la mira. Se dice "Mi flor, está aquí, en alguna parte..." ¡Pero si el cordero se come la flor, para él es como si de repente todas las estrellas se apagaran! ¿¡No es esto importante!?

Ya no pudo decir nada más. Estalló bruscamente en sollozos. Era ya de noche. Yo había abandonado las herramientas. ¡En ese momento no me importaban ni el martillo, ni el tornillo, ni la sed, ni el hambre, ni la muerte porque: ¡En una estrella, en un planeta, el mío, la Tierra, había un pequeño príncipe, a quien tenía que consolar! Lo tomé en mis brazos, lo mecí y le dije "la flor que amas no corre peligro... Yo le dibujaré un bozal... yo dibujaré una armadura para tu flor. Yo..." No sabía qué decir. Me sentía muy torpe. No sabía cómo consolarlo, dónde encontrarlo... ¡Es tan misterioso el país de las lágrimas!"


jueves, 28 de febrero de 2013

Concisa

                                                                                           Tú eres toda toda paradero:
                       guardas cándidos cielos
                                        armoniosas praderas
                rojas flores
                                                                                  colores
y yo

ah, yo
       me declaro habitante.

domingo, 17 de febrero de 2013

Leo

Figuro que leo es un presente
tuyo
a mi vida.
_____

Figuro que leo será un pequeño diablo
con porciones de pequeño ángel.
Inocente, puro y cándido,
la más viva imagen de la infancia.

Figuro que leo lucirá con donaire
una melena no muy larga
ochentera, bitelesca,
con gracia que no sabré de dónde sacó.

Figuro que leo será rebelde,
valeroso, mi contraste.
No obstante, obediente,
y estudiará ya desde pequeño
la vida, la vida más llana, más cotidiana,
la vida en su significado más correcto,
para ser provechoso, para no caer
en el juego fatal de los burlados

Figuro que leo mirará las nubes
y se hará las primeras desordenadas preguntas,
y querrá ser una de ellas.
A algunas
no les daré respuesta
pero leo sabrá tarde o temprano
que no todo tiene por qué tener una razón de ser
y aunque con temor al principio
pero serenidad más tarde
me creerá y dormirá tranquilo
aunque en el seno de su primera duda

Figuro que leo tendrá desperdigados
en el suelo de toda nuestra vida
muchos juguetes de los que me arrepiento
haberle concedido.
Y de sus manos será emperador romano,
sabio griego, guerrero troyano,
superhéroe, animal, mujer
y humano.

Figuro que leo vendrá un día enfurecido
-pero a esa edad no sabrá enfurecerse-
y crítico, inconformista, rebelde
e inocente me reprobará:
¿dónde metiste el trenecito gris?
Y mirándolo con risa pendida en mi boca
pregúntale a mamá, sabes ya, leo,
que es ella quien ordena tus juguetes
y sabrá el lugar del trenecito gris
Entonces leo, con el cejo bien fruncido
me hará una burla, e irá a buscar a su madre
para que lo socorra y haga el milagro
su constante, eterno
inexplicable milagro

Qué vida me dará,
qué vida tendrá.
Mas lo hermoso de la historia
no fue que leo encontrase el lugar de su tren
ah, sino que leo es nuestro,
mío y de quien
ya hará mucho le dije
eres todos mis lugares
y le reformularé certero
eres todos nuestros lugares

viernes, 8 de febrero de 2013

Patrias pendientes

Vos sos mi patria
y tan solo eso
nos hace pendientes
unidos, compañeros,
y a ti vital

Vos sos mi patria,
patria en su máximo quehacer,
en significado pleno,
en sentido completo.
Mi patria y mi gente
que clama con pasión
revolución en tu vientre.
Mi gente que puede ser
ojos, boca, cuerpo
y se gritan entre ellos
y se agitan
y se aman.
Sos mi patria
mi frontera enérgica,
mis límites finitamente eternos,
mis 'no va más,
plus ultra'.
Lo conocido complaciente,
lo cercano amable,
lo familiar.
Sos lo que abarco,
sos lo que vivo
lo que contento, lo que extraño,
lo que habito, lo que piso
lo que lleno, lo que grito;
vos sos mi patria
y más allá hay sombras imperturbables,
niebla densa, bruma indestructible
y también hay algo de ausencia:
tú.

Y sos mi patria y mi tierra
el gentío que clama,
'sos todo, todo.
¡Ah! todo.'
Y entre el gentío te arraigas
hechas raíces
en mi patria, que es tuya
y soy yo tu tierra
firme, abarcable.
Y puedo ser pueblo
frontera,
límite,
horizonte
gentío
y hogar.
Yo qué sé: instálate, habítame.

martes, 29 de enero de 2013

De pronto

Acaso en esta intranquila y absoluta oscuridad
impregnada toda de brisa de silencio
emerges entre las sábanas tibias y sobrias
de un roce, de un cuerpo, de tu calor.

Y te posas risueña, diurna, amplia, a tientas
frente a mis ojos, por mi propia voluntad
¡qué fácil tenerte tan cerca! y sin embargo
tu lejanía aún es más fácil.
Y me encuentro pleno, completo, calmado.

Te escribo en el aire y perfilo tus matices
así me invento las comas de tu pelo
los acentos de tus cejas
las interrogaciones de tus ojos
el punto final de tu labio.

Y arrebato contra ti en la más triste e inmunda soledad
rompiéndose la imagen en mil pedazos
quedándome buscándote entre sombras
palpando el aire que, extraño, lejano, e impreciso
con celo guarda tu olor

Allí me quedo
besando, haciéndole el amor
al distante vacío de la cama.

sábado, 26 de enero de 2013

Nunca.

Cuando se vaya
nos preguntaremos ambiguos:
¿dónde han ido aquellos días,
dónde fuimos?
Y no habrá respuesta alguna,
sino un eco roto,
una lágrima libertaria,
un beso que no te di.

Te quiero.